El funcionario recordó que todas las prácticas que están previstas realizar en 2016 “se efectuarán considerando que trabajamos para que en los próximos meses se instrumente la utilización de la tecnología PET/CT, o que los aceleradores lineales tengan una efectividad del 100 por ciento”. 

La tecnología PET/CT a la que hizo alusión Cañete es una técnica diagnóstica de Medicina Nuclear que evalúa in vivo de manera no invasiva la biodistribución de un radiofármaco emisor positrónico en diferentes órganos o tejidos, y genera imágenes tomográficas a partir de la detección de los fotones de aniquilación que producen estos positrones. 

DOCENCIA E INVESTIGACIÓN

El funcionario recordó los significativos avances realizados en 2015 en el cronograma de actividades, en el área de docencia, desarrollo e investigación, que ya está en marcha, y en la parte asistencial que se prevé para 2016, que en esta primera etapa capacitará a los técnicos y a los médicos en nuevas tecnologías. “Una vez que los profesionales estén familiarizados con estas tecnologías evaluaremos cuándo se podrá comenzar -en forma progresiva- con la atención de los pacientes, lo que llevará un tiempo normal, tal como ocurre en instalaciones similares a esta, en particular, cuando hablamos de nuevas tecnologías”.

Para Iosper, las actividades de docencia e investigación “representan avanzar paulatinamente sobre un proyecto que tuvo como iniciador a este Instituto, que fue acompañado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) y el gobierno de la provincia”.

Al realizar un balance, Cañete recordó que “representó un gran esfuerzo de la obra social realizar la inversión para la parte edilicia, para que este año hubiésemos podido inaugurar el ingreso, las áreas de docencia, investigación y desarrollo, donde también está Cibersalud, una política pública que se llevaba adelante en conjunto con el ahora desaparecido ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y el ministerio de Salud, para crear nuevos espacios de colaboración, capacitación y construcción colectiva de conocimiento a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación”.

En su práctica, Cibersalud busca promover las interconsultas entre profesionales de distintos establecimientos del país e impulsar la actividad asistencial y docente, a través de la provisión de equipamiento tecnológico y desarrollo de aplicaciones que permitan realizar videoconferencias entre los establecimientos que integran el sistema nacional de salud.

“Todas esas acciones han representado para este Instituto y para todos los que estamos detrás del proyecto, una valoración muy importante en función de lo que hemos tenido que pasar para llegar a esta instancia. Desde el punto de vista político nos fortalece institucionalmente ser la obra social que tiene la utilización de esta tecnología de punta, para beneficio de sus afiliados y de cualquier entrerriano que necesite este servicio de calidad”. 

OBJETIVOS

De cara a 2016, Cañete admitió que el objetivo mayor “es poder brindar cobertura con avances tecnológicos, equipamientos y aparatología de primer nivel a disposición no solo de los afiliados de la obra social de la provincia de Entre Ríos, sino también para todas aquellas instituciones que deseen realizar convenios con la Fundación Cemener. Para Iosper, ofrecer tecnología de avanzada para los tratamientos del cáncer, que es un flagelo, es importantísimo”. 

El funcionario valoró “el esfuerzo de todos los compañeros directores y de todos aquellos que han hecho posible que, a corto plazo, podamos tener actividad a pleno en el Centro, ya que desde el punto de vista edilicio estamos muy avanzados, lo que nos hace estimar en los primeros meses de 2016 podremos garantizar la posibilidad de algunas prácticas”. “Está previsto el equipo técnico, los facultativos, y los administrativos, así que lo que resta es seguir trabajando conjuntamente con la empresa para que podamos terminar la obra civil lo más pronto posible”. 

¿DE QUÉ SE TRATA?

El proyecto del Centro de Medicina Nuclear y Molecular comenzó a gestarse en diciembre de 2009, cuando el Iosper, y el gobierno provincial presentaron la propuesta a la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea). Durante 2010 se avanzó en convenios, y en 2011 se cerraron los detalles. 
En julio de 2012, el gobierno provincial anunció que cedería al Iosper el terreno ubicado en el límite entre Paraná y Oro Verde para construir el Centro de Medicina Nuclear y Molecular, a la altura de los mejores del mundo. Se trata del tercero en su tipo en el país: el primero se creó en Mendoza, en 1991; en 2004 comenzó a funcionar el segundo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y ahora, es el turno del tercero, en Oro Verde.

En octubre de 2012, autoridades de Iosper le presentaron al entonces gobernador Sergio Urribarri, el proyecto definitivo del edificio que se erigió en el terreno ubicado en el barrio El Triangular, de la localidad de Oro Verde, donde funcionará el moderno Centro para tratamiento de patologías oncológicas, cardiológicas y neuropsiquiátricas, que además tendrá una fuerte impronta de investigación y ciencia.

Tras la promulgación de la Ley 10.177, por la que el gobierno provincial transfirió al Iosper el terreno ubicado en Oro Verde, se licitó la construcción del edificio. El18 de marzo de 2013, Iosper dio otro paso hacia la puesta en funcionamiento del Centro, y adjudicó la construcción del inmueble a una UTE constituida por Antolín Fernández SA y Mundo Construcciones SA.

El Instituto se hizo cargo de la obra civil y la Cnea aportó la aparatología, con equipamiento específico para diagnóstico y tratamiento, entre las que se cuentan 
tomógrafo por emisión de positrones, cámara gamma, resonador magnético nuclear, tomógrafo computado multicorte, entre otros.

La obra civil tiene una superficie cubierta de 3.500 metros cuadrados y se desarrolla, casi en su totalidad, en una sola planta en un predio con un frente de 235 metros. 
El edificio cuenta con servicios de oncología clínica, quimioterapia, radioterapia, resonador, acelerador, braquioterapia, cámara gama y tomógrafo por emisión de positrones (Pet), entre otros. Además, en un único sector en planta alta, está el área dedicada a docencia e investigación.

El Centro de Medicina Nuclear y Molecular demandó una inversión de 404 millones de pesos, entre los costos de la obra civil y la adquisición de equipamiento. Su administración estará a cargo de la Fundación Centro de Medicina Nuclear y Molecular Entre Ríos (Cemener), que se creó en agosto de 2015 entre el gobierno de Entre Ríos, la Cnea y el Iosper.

El Centro de Medicina Nuclear y Molecular es un esfuerzo del Iosper para todos los entrerrianos. “Es inclusión, docencia, investigación, y tecnología de avanzada para la provincia y la región”, destacó Cañete.